miércoles, 29 de octubre de 2008

Te veías hermoso.

Tu brillante cabello mezclado con barro

Y tus hermosas y largas uñas llenas de mi piel.

Fue la primera vez que realmente te amé.

Estabas revestido de la sangre de tus extremidades cortadas,

Y con una expresión de horror en tu angelical y pacífica cara.

Quizás eso fue lo que me obligo a hacer esto,

Tu perfección y mi ausente pasión.

Pensar que irás a parar a un basurero,

Ese frente al cine,

Aquel vertedero.

Pensar que ahí te conocí y ahí mismo te capturé,

Y sin amarte menos que ahora de tus musculosos brazos te despoje.

Solía creer que sería difícil,

Que tendría que correr antes de atrapar,

Y que jamás te dejarías torturar.

Extrañamente,

No opusiste resistencia.

¿Es que acaso confiabas tanto en mi como para entregarte?

Y fue así,

¿Me creías capaz de matarte?

Quizás confiabas en mi debilidad,

Y que cómo siempre,

Volvería a llorar.

Moretones y heridas,

Golpes que me dejaban sin vida,

Si yo cada vez moría,

A ti no te daré la muerte en un día.


No hay comentarios: