VI
Decidí comprarte un par de zapatos para compensar mi ausencia. Pensé que sería lindo llegar de sorpresa. Un día antes no le hace mal a nadie. Abro la puerta y te veo. Estás radiante. Demasiado radiante quizás. Las fechas no me calzan y veo el closet entreabierto.
-El padre de tu hijo espera en el closet. ¿No lo vas a atender?- digo mirándola.
-¿Cómo supiste?...
-¿La parte del amante o la del hijo?
-Ambas
-Disimulas mal. Aquí está tu regalo.-digo mientras se lo lanzo a los pies.
La tomo del brazo, la empujo y golpeo su estómago con fiereza. Empieza a sangrar. Pérdida. Voy al clóset a matar al bastardo. Abro y lo único que veo es un regalo. Una cuna.
-… ¿Qué…qué significa esto?
- Aquí esta tu regalo.- me dice con dolor mientras extiende sus manos llenas de sangre en mi dirección.