jueves, 15 de abril de 2010

Ella es mi dulce angustia de terciopelo amargo. Una diosa bañada en oro y sarcasmo, ninfa de taco alto y vestido de seda teñido de negro. Tristeza de mis ojos, sonrisa de mi boca cansada y agonizante. Mi muerte hermosa y sombría, viuda negra acechante de mi sangre. Próximo a la muerte, pienso en si valió la pena. ¡Ah! Mi fiel veneno, mi amable reina. Claro que valió la pena, daría 100 años de tortura por uno de su belleza. Uno de sus caricias, uno de sus confidencias. 1000 años de tortura por una tarde de sus mejillas ruborizadas y su sonrisa inocente. Lo que quieras por mi muerte, por mi sangre, por mis venas. Lo que quieras por mi alma, devota y enamorada. Y en mis últimos dias de vida, no ruego por mi vida ni por mi prole, no ruego por mi descanso ni por mi paz, ruego por tus besos y tu sonrisa, tus cariños y tu maldad. Solo ruego por una noche más.

jueves, 8 de abril de 2010

Siempre fuiste tan ingenuo. A pesar de tu fachada de hombre grande y temible, que se bañaba en dinero y poder, siempre fuiste un niño enamoradizo, un iluso, un romántico. Recuerdo el día en que nos conocimos, o que en realidad me di a conocer. Ni siquiera tu aspecto fortachón pudo ocultar esos ojos brillosos cuando me viste por primera vez. Todo estaba perfectamente planeado, y todo sucedió acorde al plan. No fue díficil enamorarte. Pasaron sólo unos meses y ya nos unía algo más que tu amor. Tus anillos, tu castillo, tu dinero...tu poder. Y un día me di cuenta de que, en realidad, no estaba de ánimos para compartirlo. No te imaginas lo vulnerable que eras mientras dormías. Fue tan fácil como tomar un abrecartas y enterrartelo en el ojo, hasta que sentí que se enterraba en algo más. Tan fácil como medio romper mi camisa de dormir, desordenar mi pelo, abrir la ventana, colgarle una cuerda y gritar. Tan fácil como fingir que me violaron, que apenas si podía balbucear palabras. Tan fácil como dar a entender que el misterioso atacante te había asesinado. Todo fue tan fácil. Pobre reina, larga vida a la reina. Y ahora la reina es la que manda.