lunes, 10 de mayo de 2010

5 minutos y medio segundo sin sentir el ritmo de tu sangre borboteando frente a mis ojos, construyendote un collar; sin ver tu mirada desorbitada que apuntaba al techo desgarrado por un incendio de antaño, sólo imaginandola. Un par de minutos más sin sentir tus gritos por piedad, tu ruego por algo de empatía. Un par de horas más pasaron desde que me encontré contigo y tu confiada sonrisa coqueta, tu botas altas y mirada serena. Siete meses desde nuestra última pelea, que tan fácil olvidaste. 2 años desde nuestro matrimonio, tan ciegamente alabado como perfecto por todos tus amigos. 5 años desde que empezamos a salir, desde tus ojos ingenuos, desde tus mejillas ruborizadas. 7 años desde que me conociste. 8 años desde que decidí hacerte mía, robar tu corazón. Y hace solo 3 minutos que lo tengo en el bolsillo.