viernes, 7 de octubre de 2011

Se miraron y todo a su alrededor dio vueltas. Las cosas desaparecían, cambiaban y reaparecían, y a ellos no les importaba. Sus mentes estaban lejos de allí, explorando los ojos de quien tenían al frente, cuestionándose si eran amados en tal cantidad como amaban, pensando si tal vez, en algún momento, el otro cedería y se iría con alguien más. Ambos tenían miedo de decir esas dos palabras tan certeras y tan perpetuas para la memoria. Ambos podían perder demasiado. Tomaron sus manos una vez más, absorbiendo el silencio de su alrededor hacia ellos mismos, conservando ese momento en sus corazones. El mundo era de ellos, y había solo una manera de conquistarlo. El mundo entero estaba contra ellos, y había una única manera de olvidarlo. El mundo entero estaba destruido, y solo ellos podían reconstruirlo. El mar se escuchaba al romper en las rocas, y la altura les causaba vértigo. Un último beso, el primer beso de su nueva vida. Ambos soltaron un "Te Amo" que jamás habían escuchado. Ni siquiera lo pensaron dos veces. Sin siquiera darse un segundo para arrepentirse, ambos estaban volando, camino a su eterno hogar. Juntos, a la exquisita inmortalidad.

1 comentario:

José chamorro dijo...

Gran escrito!! Fluido y de una excelente descripción y logras, sobretodo, generar una atmósfera cautivante, donde predominan las sesnsaciones de los personajes. Saludos!