jueves, 6 de noviembre de 2008


VII



¿Quién dice que los zapatos no son importantes? Recuerdo pasar horas, horas y más horas esperando que compraras tus famosos zapatos. Y sí, debo admitir que eran bonitos. Quizás hasta preciosos. Pero no lo suficiente como para armarme de valor y soportar la tortura que son esos centros comerciales del centro. Ahora…ahora ya no me llevas a esos centros. Más bien estás callada. Aunque debo admitir que, a veces, siento que me susurras palabras de amor que alguna vez olvidaste, esas frases clichés dignas de un poeta sin recursos. Quizás eres como un poeta sin recursos, embalsamada en tus propios pensamientos, inmóvil de terror y de locura. Pero, debes mirarlo por el lado amable. Ahora tú eres como esos zapatos, expuesta en una vitrina y bien cuidada, a la espera de alguien que te lleve a casa. A mi casa.

2 comentarios:

jlflores dijo...

Este me gusta especialmete, fluye claramente me encantan tus imagenes.

Unknown dijo...

la imagen que creas en mi mente es peligrosa amor mio, quisas utilice estos consejos visuales en mis historias contigo